sábado, 29 de septiembre de 2012

Sociedad Obsoleta


Vivimos en una sociedad que está dominada por el capitalismo. Se basa en  el dinero como medio de poder. Y actualmente el capitalismo está agotado, se creó para una situación del mundo que ahora ya no funciona. En el primer mundo se ha producido una sobreexplotación de los bienes. La economía se rige por el consumismo y la creación de necesidades. Y quién no posee dinero está excluido del sistema.

El consumo mueve el mercado, y para ello el sistema necesita crearnos unas necesidades para que se produzca. Y hoy en día con el globalismo o “mundialismo” término más apropiado en español, estas necesidades se crean a nivel mundial.

Para que el consumo se produzca de manera incesante los productos necesitan regenerarse constantemente. Por ello se crean las modas y  productos de bajo coste y de un corta vida útil.

En el documental "Obsolescencia Programada: fabricados para no durar" se reflexiona entre otras cosas sobre las impresoras. Se explica que están fabricados para tener una duración corta de vida, y en el momento en el que se averían arreglarlos tiene un coste casi parecido o más elevado que comprar uno nueva.

Además hay todo un complot contra la bombilla. Los investigadores han hallado la fórmula para que no llegue a fundirse funda. Pero al no ser rentable, puesto que desmantelaría todo el negocio de los que las fabrican, no va a llegar a comercializarse. Esto también pasa con otros productos como por ejemplo el uso de telas irrompibles que se usarían para fabricar ropa o medias, pero no son modelos viables para el consumismo.

Esta economía basada en comprar tirar comprar, no es beneficioso para el medio ambiente, puesto que genera de basura y gasto de energía de manera desmesurada y genera grandes problemas medioambientales.

Este tema se trata en el Documental "Ciberbasura sin Fronteras".Ghana un país africano se ha convertido en el vertedero de la basura electrónica de occidente. Y es que Europa genera cerca de 50 millones de toneladas de basura electrónica al año. La Unión Europea dispone de leyes que prohíben la exportación de residuos peligrosos, pero encubiertos como bienes de segunda mano o incluso donaciones, consiguen burlar las barreras legales y llegar a puerto.

Muchos de los aparatos electrónicos se pierden o no van al lugar apropiado, es decir a una planta de reciclaje, a pesar de que el consumidor paga, cuando compra ese aparato, una cantidad destinada para ello.

Aunque para las empresas no es rentable mantener una planta de reciclaje para sus productos, es más económico enviarlos a este país.

Residuos como plomo, arsénico, cobalto, mercurio, cadmio,  son un cóctel de sustancias tóxicas, que se esparcen por el país y que ocasionan graves problemas de salud, enfermedades incurables y destrozos medioambientales, que contaminan el agua, los alimentos y que crean una atmósfera irrespirable.

Además los habitantes de Ghana, por unos pocos euros venden los componentes que recogen y se exponen a grandes problemas de salud.

¿De qué nos sirve una sociedad que crece de forma exponencial e investiga para ello, si este progreso supone un desastre para nuestro planeta y generamos perjuicios para otras personas que viven en la  mísera pobreza?

Las personas somos mercancía, y no importan tanto como el beneficio económico de las empresas. Necesitamos un cambio en el modelo económico. Un economía que sea más humana.

Las TIC son herramientas maravillosas pero no son la panacea de los problemas del planeta, puesto que no han resuelto problemas, sino más bien los están creando. Esta idea se reflexiona en el artículo de Jose A. Gabelas

El costo social ya lo conocemos, grandes partidas presupuestarias que deberían emplearse en proyectos de educación o sanidad, se destinan  a compras de materiales informáticos que sólo sacan provecho unos pocos, o que se apolillan en los almacenes o estanterías de los centros porque no hay nadie que los gestione con una visión de desarrollo comunitario.

De los seis mil millones de habitantes que pueblan el planeta, más de dos mil no tienen acceso a las redes. El alto costo de las comunicaciones virtuales dificulta la igualdad de oportunidades. No en balde, el perfil del internauta está dibujado como varón, blanco, de clase media. A este problema económico tenemos que añadir lo ya dicho sobre el empleo reduccionista de la comunicación. Cuando la escuela incorpora las TIC ¿qué tipo de comunicación está proponiendo, qué tipo de educación plantea  y para quién?Nunca tantos han sido incomunicados por tan pocos. 
E. Galdeano afirma que “estamos ante un mundo sin alma; no hay pueblos, sino mercados; ciudadanos, sino consumidores; naciones sino empresas; relaciones humanas, sino competencias mercantiles”. 
Si la comunicación se reduce a tecnología y mercado estamos convirtiendo nuestras relaciones en puro intercambio comercial, alimentado la triste espiral del que más tiene más invierte para tener más. Las grandes empresas venden a los que tienen, los que carecen de poder adquisitivo, sencillamente no existen.

¿Nos comunicamos o nos alejamos?


Esta entrada la voy a comenzar comentado el artículo de Natalia Martín Cantero.
De acuerdo con  un estudio de la Universidad de California en San Diego un estudio de la Universidad de California en San Diego, en 28 años (desde 1980 hasta 2008) el consumo de información se ha incrementado en un 350 por ciento. Mientras tanto, los momentos de inactividad, cruciales para sintetizar, 
digerir y dar forma a nuevas ideas y experiencias, continúan disminuyendo.

Estos nuevos hábitos están teniendo repercusión en el 
desarrollo de la atención. En esta era de bombardeo multimedia se están creando problemas para desarrollarla. Es necesario que las instituciones educativas  trabajen y desarrollen esta capacidad importante para el ser humano, influye en la capacidad de respuesta al estrés, incluso la mejora del aprendizaje, o en la capacidad de toma de decisiones. Puesto que cuando vives en un estado de agitación constante las decisiones que se toman se hacen de forma impulsiva.


Es verdad que cuando accedemos a la red, la información a la que se puede acceder es ilimitada, y como dice en el artículo Natalia Martín Cantero “Es como buffet libre. Si no te limitas, te empachas”.

La sociedad nos ha creado una necesidad de estar constantemente informado o conectado a las famosas redes sociales.

El estado de estrés o angustia cuando la información que recibes es mayor de la que eres capaz de procesar. Es el empacho que padeces cuando te ves desbordado. Nos cuesta mucho ponernos límites y renunciar. Esto es como un buffet libre. Si no te limitas, enfermas”

Es necesario actuar ante este problema. Puesto que puede generar cambios en la sociedad, cuadros de ansiedad y estrés. Es necesario que las personas seamos conscientes y nos pongamos unos límites.


Hoy día con los móviles, en cualquier momento o conversación vamos a ser interrumpidos, pero nada es tan urgente y si uno no está dispuesto a ser interrumpido a ciertas horas, hay que decirlo y la gente lo entiende.

  
Por otra parte me gustaría añadir que las nuevas tecnologías están mermando la calidad de la comunicación, pese a lo que desde fuera parece que aumenta la instantaneidad, la gratuidad, estamos confundiendo la calidad con la cantidad.Fruto de los nuevos mensajes mediante el programa "whatsapp", desde mi propia experiencia he podido observar este cambio de calidad por cantidad.En una conversación por este programa el tiempo de espera por parte del emisor y receptor entre las informaciones de pocos caracteres puede prolongarse en el tiempo, además a través del texto no puedes apreciar bien el tono del mensaje. Mientras, la misma conversación por teléfono o cara a cara hubiera sido mejor entendida y habría tenido una duración más corta. Además el programa tiene una opción visible para tus receptores en la que los avisa de la hora en la que uno lee los mensajes, ¿acaso esto no es una forma más de que los demás  controlen tus hábitos?.

No me estoy posicionando en contra de estas nuevas formas de comunicación, que en algunos casos puede ser beneficiosa, como por ejemplo cuando el emisor y receptor no pueden concertar una cita,  pero no estoy a favor de que estén sustituyendo otras formas de comunicación más ricas y beneficiosas que aportan calidad a nuestra comunicación.