Como un libro deja de ser un libro.

Voy a hablar de algo indignante sangrante, e irresponsable por parte de los gobiernos europeos en general y sobre la política editorial del gobierno de España. Hoy en día el libro en papel, ha quedado relegado a meros fetiches decorativos en los múltiples estantes de nuestras casas. Hace poco recibí los apuntes de la última clase a la que no pude ir y muy amablemente una amiga mía, pudo pasarme por mail, aproveché mientras se abría mi correo, para pegar un vistazo a los periódicos nacionales y leer algunas noticias sobre la posible reforma educativa, que me llamaron mucho la atención, con lo cual, navegue un poquito para ampliar información y encontré diversos blogs especializados que hablaban sobre el tema haciendo varios hipervínculos hacia algunos BOE, antiguas leyes de educación y demás. Al recibir los nuevos mail, otra compañera me manda en un archivo adjunto, un libro de dominio público donde hacen una comparativa sobre los distintos sistemas educativos europeos. Estas son las funciones básicas diarias que desarrollo. Y fue entonces cuando pensé ¿Por qué no me compro un e-book para cargar todos los archivos de lectura, y así tenerlos más a mano y no dañarme la vista con las radiaciones de la pantalla? La idea en un principio me pareció correcta, y como los famosos “ya ques...” dije: y ya que lo tengo me compro el último de E.L.James, que ha salido en libro electrónico y lo tengo todo junto. Miré por Internet el precio y cual fue mi sorpresa, pues costaba exactamente lo mismo, que el libro en papel, mi primera reacción fue pensar, que la editorial de turno era una grandísima estafadora. Pero a la hora de comparar precios me di cuenta que todas las editoriales hacían lo mismo. Con mi respectivo cabreo, pensando que es una conspiración del gremio de editores, para que no avancemos tecnológicamente y bla, bla, bla. Mi sorpresa real fue cuando leí el autentico problema: el IVA del libro electrónico está contemplado como un servicio y no como algo de primera necesidad, esto quiere decir que cuesta un 21% de IVA un libro electrónico y un 4% un libro en papel, y resulta que el gremio de editores son los que piden encarecidamente al gobierno que se equipare el impuesto con el libro-papel. ¿Cómo es posible que en pleno siglo XXI pensemos que hay diferencia entre un PDF o un taco de papel?, siendo realmente importante el contenido y no el continente. Pero no es solo el gobierno español; resulta que la Comunidad Económica Europea, ha abierto un proceso sancionador para los dos países que han considerado que las dos formas tengan el mismo impuesto (Francia y Luxemburgo). Ahora señores de la Unión Europea, gobierno español, y supongo que productores de papel (pues no se qué tipo de lobby pueda estar obligando a que esta decisión, lógica por otra parte, no se haga efectiva), díganme entonces, que los periódicos que leo no son periódicos, que mis apuntes digitales no son lo mismo, que el propio BOE no son los mismos. No son igual claro, la diferencia es que evitamos destruir bosques con unos a un precio mayor y deforestar zonas arbóreas es mucho más económico u protegido, por no sé qué leyes absurdas del siglo XIX como mínimo. 

Podriamos tomar ejemplo de California que ha aprobado una ley para que los estudiantes puedan descargar libros de texto de forma gratuita. 

Una idea revolucionaria donde se apuesta por la educación online. Los libros de texto digitales se crearán y supervisarán por un grupo formado por profesores de las universidades.Todos los libros digitales estarán bajo licencia Creative Commons y permitirán a otros profesores de universidades su utilización.