sábado, 29 de septiembre de 2012

¿Nos comunicamos o nos alejamos?


Esta entrada la voy a comenzar comentado el artículo de Natalia Martín Cantero.
De acuerdo con  un estudio de la Universidad de California en San Diego un estudio de la Universidad de California en San Diego, en 28 años (desde 1980 hasta 2008) el consumo de información se ha incrementado en un 350 por ciento. Mientras tanto, los momentos de inactividad, cruciales para sintetizar, 
digerir y dar forma a nuevas ideas y experiencias, continúan disminuyendo.

Estos nuevos hábitos están teniendo repercusión en el 
desarrollo de la atención. En esta era de bombardeo multimedia se están creando problemas para desarrollarla. Es necesario que las instituciones educativas  trabajen y desarrollen esta capacidad importante para el ser humano, influye en la capacidad de respuesta al estrés, incluso la mejora del aprendizaje, o en la capacidad de toma de decisiones. Puesto que cuando vives en un estado de agitación constante las decisiones que se toman se hacen de forma impulsiva.


Es verdad que cuando accedemos a la red, la información a la que se puede acceder es ilimitada, y como dice en el artículo Natalia Martín Cantero “Es como buffet libre. Si no te limitas, te empachas”.

La sociedad nos ha creado una necesidad de estar constantemente informado o conectado a las famosas redes sociales.

El estado de estrés o angustia cuando la información que recibes es mayor de la que eres capaz de procesar. Es el empacho que padeces cuando te ves desbordado. Nos cuesta mucho ponernos límites y renunciar. Esto es como un buffet libre. Si no te limitas, enfermas”

Es necesario actuar ante este problema. Puesto que puede generar cambios en la sociedad, cuadros de ansiedad y estrés. Es necesario que las personas seamos conscientes y nos pongamos unos límites.


Hoy día con los móviles, en cualquier momento o conversación vamos a ser interrumpidos, pero nada es tan urgente y si uno no está dispuesto a ser interrumpido a ciertas horas, hay que decirlo y la gente lo entiende.

  
Por otra parte me gustaría añadir que las nuevas tecnologías están mermando la calidad de la comunicación, pese a lo que desde fuera parece que aumenta la instantaneidad, la gratuidad, estamos confundiendo la calidad con la cantidad.Fruto de los nuevos mensajes mediante el programa "whatsapp", desde mi propia experiencia he podido observar este cambio de calidad por cantidad.En una conversación por este programa el tiempo de espera por parte del emisor y receptor entre las informaciones de pocos caracteres puede prolongarse en el tiempo, además a través del texto no puedes apreciar bien el tono del mensaje. Mientras, la misma conversación por teléfono o cara a cara hubiera sido mejor entendida y habría tenido una duración más corta. Además el programa tiene una opción visible para tus receptores en la que los avisa de la hora en la que uno lee los mensajes, ¿acaso esto no es una forma más de que los demás  controlen tus hábitos?.

No me estoy posicionando en contra de estas nuevas formas de comunicación, que en algunos casos puede ser beneficiosa, como por ejemplo cuando el emisor y receptor no pueden concertar una cita,  pero no estoy a favor de que estén sustituyendo otras formas de comunicación más ricas y beneficiosas que aportan calidad a nuestra comunicación.

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